Comentario previo:
El pasado 7 de agosto (santo de mi hijo Alberto) Mikel L. Iturriaga, en su blog "El Comidista", publicaba la receta de berenjenas marinadas. Soy muy fan de las berenjenas y cualquier plato con ellas capta mi atención inmediatamente. Éste no iba a ser menos y más cuando en los comentarios se suscitó cierta polémica sobre el tiempo de horneado y la cantidad de calor durante el mismo. Las berenjenas son muy resistentes a cocciones prolongadas, de eso soy testigo por tiempos tan extensos como los que soporta la morcilla de verano que hacemos en casa: ¡4 horas de horno, a 220º! Ya sé que se asan sumergidas en aceite. Pero en este caso se asan después de haber sido hidratas en agua salada.
Sea como fuere, yo quería comprobar que pasaba y comprobar tiempos y temperatura de asado. Por supuesto, también me llamaba mucho la atención ese marinado y quería saber si quedaban tan melosas como describía Mikel. Así que el pasado fin de semana las preparé y aquí traigo el paso a paso de mi experiencia.
Anticipo que los tiempos que en origen puso Mikel son los adecuados, con mi horno (que es un Bosch doméstico de los más normal). La temperatura debe estar a 200º y el asado debe ser de unos 20 minutos por cada lado. Yo comencé dando 20 minutos a 180º y ya noté que iba a faltar calor. Así que di la vuelta a las rodajas de berenjena y subía 200º. Tras 15 minutos de asado estaba claro que faltaría más tiempo, dejé por ese lado otros 5 minutos y añadí 10 más dando la vuelta, de nuevo, a las rodajas.
Cada cual conocemos (o deberíamos) las peculiaridades de nuestro horno y si es más o menos fuerte de lo que marca su termostato. En el mío, la temperatura que marca su termostato es correcta, ya que lo he comprobado con los tres termómetros de cocina que tengo en casa.
En resumidas cuentas: las temperaturas y tiempos de asado que proponía Mikel al comienzo me parecen más apropiadas que las que termino por poner, corregidas por los comentarios realizados por los lectores.
En cuanto al sabor, el frescor y aroma que aportan la menta y la albahaca es increíble. Mikel, en la receta original, propone poner el ajo y el jengibre en la marinada en trozos que se puedan retirar a la hora de servir las berenjenas. Yo opté por picar el ajo y rallar el jengibre, de forma que quedaran impregnados, ya que ambos sabores me gustan y no me equivoqué en la elección.
Opcionalmente, se pueden servir estas berenjenas frías con queso rallado o yogurt griego por encima. Pero no está la báscula para bromas y no quise poner más calorías en el plato. Además, resulta un entrante muy veraniego con unos toques intensos y exóticos que no precisa de más aditamentos.
Sea como fuere, yo quería comprobar que pasaba y comprobar tiempos y temperatura de asado. Por supuesto, también me llamaba mucho la atención ese marinado y quería saber si quedaban tan melosas como describía Mikel. Así que el pasado fin de semana las preparé y aquí traigo el paso a paso de mi experiencia.
Anticipo que los tiempos que en origen puso Mikel son los adecuados, con mi horno (que es un Bosch doméstico de los más normal). La temperatura debe estar a 200º y el asado debe ser de unos 20 minutos por cada lado. Yo comencé dando 20 minutos a 180º y ya noté que iba a faltar calor. Así que di la vuelta a las rodajas de berenjena y subía 200º. Tras 15 minutos de asado estaba claro que faltaría más tiempo, dejé por ese lado otros 5 minutos y añadí 10 más dando la vuelta, de nuevo, a las rodajas.
Cada cual conocemos (o deberíamos) las peculiaridades de nuestro horno y si es más o menos fuerte de lo que marca su termostato. En el mío, la temperatura que marca su termostato es correcta, ya que lo he comprobado con los tres termómetros de cocina que tengo en casa.
En resumidas cuentas: las temperaturas y tiempos de asado que proponía Mikel al comienzo me parecen más apropiadas que las que termino por poner, corregidas por los comentarios realizados por los lectores.
En cuanto al sabor, el frescor y aroma que aportan la menta y la albahaca es increíble. Mikel, en la receta original, propone poner el ajo y el jengibre en la marinada en trozos que se puedan retirar a la hora de servir las berenjenas. Yo opté por picar el ajo y rallar el jengibre, de forma que quedaran impregnados, ya que ambos sabores me gustan y no me equivoqué en la elección.
Opcionalmente, se pueden servir estas berenjenas frías con queso rallado o yogurt griego por encima. Pero no está la báscula para bromas y no quise poner más calorías en el plato. Además, resulta un entrante muy veraniego con unos toques intensos y exóticos que no precisa de más aditamentos.
Ingredientes:
- 1 berenjena.
- 1 diente de ajo.
- 1/2 cm. de jengibre fresco.
- El zumo de medio limón (o lima).
- 1/2 c/s (cuchara sopera) de albahaca fresca troceada.
- 1/2 c/s de menta fresca picada.
- 2 c/s de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 1/2 c/c (cucharita de café) de azúcar.
- Pimienta negra molida.
- Sal marina.
- Opcional: Queso rallado o yogurt griego.
Pasos:
- Lavar y cortar la berenjena en rodajas de algo más de 1 cm. de grosor.
- Sumergirla en agua con un buen puñado de sal.
- Colocar sobre las berenjenas colocar un plato con peso encima para mantenerlas sumergidas en agua salada, al menos, medio hora.
- Lavarlas en el chorro de agua, para quitar el exceso de sal externo, y colocar las rodajas en una bandeja de horno engrasada. Con el horno caliente a 200º, asar durante 20 minutos.
- Dar la vuelta a las rodajas de berenjena y dejar que se asen por el otro lado otros 20 minutos. Vigilar para durante los últimos minutos para que no se nos pasen de tostado. Cuando estén hechas, retirar de la bandeja y dejar que se enfríen.
- Mientras se asan las berenjenas, preparar la marinada picando el ajo, rallando el jengibre, troceando la albahaca con la mano, picando fino la menta y añadiendo a todo ello el azúcar, pimienta y sal al gusto, junto con el AOVE y el zumo de limón. Remover bien para que quede bien mezclado todo.
- Con la berenjenas ya frías, ir untando cada rodaja en la marinada por los dos lados.
- Disponer la berenjenas ya untadas en un plato (o tuper), verter sobre ellas el resto de la marinada y dejar reposando en el frigorífico, al menos durante 4 horas, para que las berenjenas tomen todo el sabor del aliño.
- Sacar del frigorífico un rato antes de servir, para que se atemperen. Se pueden servir con queso rallado o yogur griego por encima.
