Los
crespillos son un pan plano muy típico de algunas zonas de la Región de Murcia (sobre todo por Cartagena y Lorca). No confundir estos crespillos con otros de la zona aragonesa: los
crespillos de borraja (una especie de témpura de borraja) o los
crespillos de carnaval (unos buñuelos de viento). Los crespillos, en la Región de Murcia, se han ido popularizando y ampliando su implantación geográfica a otros municipios (cómo La Unión, Mazarrón o Águilas), llegando hasta la capital de la Región y tomando, incluso, las estanterías de algunos supermercados.
Aunque actualmente su fabricación sea semi-industrial, los crespillos nacen como un subproducto de aprovechamiento. Según los datos que he encontrado en mi indagación, parece ser que se comienzan a hacer crespillos con la masa sobrante de hacer empanadas, cuando se acababa el relleno y quedaba una buena cantidad de masa. Se trata, simplemente, de presentarlo como un snack salado que puede servir como acompañamiento de la comida o simplemente como golosina.
En Lorca (ciudad famosa por sus
Desfiles Bíblico-Pasionales de Semana Santa) se solían comer estos crespillos como parate de la merienda durante los desfiles. En Cartagena también se ha comido este pan plano con cierta vinculación con las
procesiones de Semana Santa. Es de suponer que en épocas de alza de consumo, con una producción elevada de otras preparaciones, los sobrantes de masa serían abundantes y, por lo tanto, la aparición de crespillos en los mostradores de las panaderías sería más habitual en estas épocas (es una mera deducción personal). Lo cierto es que ahora crespillos y Semana Santa, en la tradición festera, van unidos de la mano.
Como ya he dicho, se trata de un pan plano, crujiente y de una sola fermentación. Su toque peculiar se lo da el pimentón (aunque existen variantes sin esta especia). Es un pan enriquecido con una fuerte aportación grasa, que proporciona el aceite (aunque también se preparan con manteca de cerdo). El añadido del vino blanco es más típico de la zona cartagenera, pero no parece imprescindible. Se puede sustituir la parte de dicho vino por agua, sin mayor menoscabo del producto final. Pero, al igual que para otras masas de empanadas, ese vino le da un toque que no hay porque despreciar.
De las que he consultado, me he decantado por seguir la
receta de la cartagenera Mariam en su blog "A mi manera". También yo he amasado con la Thermomix (TMx), pero no hay ningún problema para hacerla mediante el procedimiento tradicional de amasado a mano.