sábado, 13 de octubre de 2012

Crespillos

Comentario previo:

Los crespillos son un pan plano muy típico de algunas zonas de la Región de Murcia (sobre todo por Cartagena y Lorca). No confundir estos crespillos con otros de la zona aragonesa: los crespillos de borraja (una especie de témpura de borraja) o los crespillos de carnaval (unos buñuelos de viento). Los crespillos, en la Región de Murcia, se han ido popularizando y ampliando su implantación geográfica a otros municipios (cómo La Unión, Mazarrón o Águilas), llegando hasta la capital de la Región y tomando, incluso, las estanterías de algunos supermercados.

Aunque actualmente su fabricación sea semi-industrial, los crespillos nacen como un subproducto de aprovechamiento. Según los datos que he encontrado en mi indagación, parece ser que se comienzan a hacer crespillos con la masa sobrante de hacer empanadas, cuando se acababa el relleno y quedaba una buena cantidad de masa. Se trata, simplemente, de presentarlo como un snack salado que puede servir como acompañamiento de la comida o simplemente como golosina.

En Lorca (ciudad famosa por sus Desfiles Bíblico-Pasionales de Semana Santa) se solían comer estos crespillos como parate de la merienda durante los desfiles. En Cartagena también se ha comido este pan plano con cierta vinculación con las procesiones de Semana Santa. Es de suponer que en épocas de alza de consumo, con una producción elevada de otras preparaciones, los sobrantes de masa serían abundantes y, por lo tanto, la aparición de crespillos en los mostradores de las panaderías sería más habitual en estas épocas (es una mera deducción personal). Lo cierto es que ahora crespillos y Semana Santa, en la tradición festera, van unidos de la mano.

Como ya he dicho, se trata de un pan plano, crujiente y de una sola fermentación. Su toque peculiar se lo da el pimentón (aunque existen variantes sin esta especia). Es un pan enriquecido con una fuerte aportación grasa, que proporciona el aceite (aunque también se preparan con manteca de cerdo). El añadido del vino blanco es más típico de la zona cartagenera, pero no parece imprescindible. Se puede sustituir la parte de dicho vino por agua, sin mayor menoscabo del producto final. Pero, al igual que para otras masas de empanadas, ese vino le da un toque que no hay porque despreciar.

De las que he consultado, me he decantado por seguir la receta de la cartagenera Mariam en su blog "A mi manera". También yo he amasado con la Thermomix (TMx), pero no hay ningún problema para hacerla mediante el procedimiento tradicional de amasado a mano.

Ingredientes:

  • 350 g. de harina de fuerza.
  • 100 g. de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
  • 50 g. de agua filtrada.
  • 50 g. de vino blanco seco (usé verdejo de Rueda).
  • 7 g. de levadura seca.
  • 5 g. de sal marina.
  • 5 g. de pimentón dulce de Murcia.
  • Sal marina gruesa (para espolvorear).

Pasos:

  1. Poner todos los ingredientes (menos la sal gruesa) en el vaso de la TMx. Mezclar los ingredientes: 15 segundos, velocidad 6. Después amasar: 3 minutos, vaso cerrado y velocidad espiga.
    • Amasando a mano: poner todos los ingredientes en un cuenco y mezclarlos hasta que formen una bola de masa homogénea, grasa y algo granulosa de un color naranja intenso (que se suavizará en el horneado). Pasar a la mesa de trabajo y amasar durante 5 minutos. Bolear.
  2. Dejar que la masa repose en el propio vaso de la TMx o en un cuenco tapado (yo lo cubro con un gorro de baño) para que fermente durante una hora. La masa subirá muy poco.
  3. Pasada la hora de reposo, estirar la masa, ayudándose de un rodillo, hasta obtener un grosor de unos 2 ó 3 milímetros. No hace falta que sea escrupulosamente homogéneo el grosor. Todo lo contrario, si es tosco e irregular le dará un toque más artesanal.
  4. Cortar la masa, ya sea en círculos ayudándose de un aro corta-pasta o en cuadrados con la ayuda de un corta-pizzas. Pinchar por toda la masa con un tenedor, para que no se infle mucho durante la cocción.
  5. Disponer sobre una bandeja de horno y espolvorear con un poco de sal gruesa. Cocinar durante unos 12 a 15 minutos, con el horno caliente a 200º y calor arriba y abajo. Las sacaremos cuando empezamos a ver que se están tostando y virando de un color suavemente naranja a un tostado marrón.
  6. Dejar reposar sobre una rejilla durante unos minutos. Los crespillos están buenos a cualquier temperatura, pero con el calorcillo de haber salido del horno os aseguro que son irresistibles.

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