domingo, 28 de abril de 2013

Ensalada de quinoa, remolacha y feta


Comentario previo:

En la Quedada del día 23, Raúl (de Contigo en la playa) me preguntaba por el uso de algunos ingredientes un tanto singulares como el bulgur o la quinoa. A él dedico esta receta para que le sirva de inspiración y orientación. He aprovechado que en el lote de productos ecológicos que me hizo llegar la gente de Freshvana venía un paquete de quinoa ecológica de la marca Biojusto (de comercio justo, procedente de Ecuador) para hacer esta ensalada.

La quinoa es un pseudo-cereal que nos llega desde el continente americano, donde tiene una larga tradición en las cocinas familiares y es muy conocido y reconocido por sus grandes propiedades alimenticias. No forma parte de nuestra cultura culinaria y es ahora cuando comienza a prestársele alguna atención y se está abriendo un huequecito en nuestra gastronomía. Precisa de un tratamiento específico, ya que si no se hace un correcto lavado de las semillas, la saponina que las envuelve trona amargo el sabor y lo hace poco apetecible. Aunque en el paquete se advierta de que está lavado, es conveniente someter a una ducha bajo el grifo para que elimine la desagradable capa jabonosa que cubre las semillas.

Su tratamiento en cocina recuerda, en gran manera, al del arroz y nos podemos guiar por los principios de tratamiento y cocción del arroz para aplicarlos a la quinoa. Por ejemplo, el arroz se lava para eliminar el almidón (aunque este no es tan desagradable como la saponina) y tiene una cocción en agua de unos 15 a 20 minutos, cosa que sucede igual con la quinoa.

En cuanto a sabor, una vez cocida la quinoa tiene un ligero toque a frutos secos (almendra o avellana), que se acrecienta si hemos tostado un poco la quinoa antes de cocerla, y la textura es algo crujiente. Realmente no es un ingrediente que vaya a dominar por sabor y sí es útil para que tome los sabores del agua donde se cuece o del aceite donde se le saltea. Por eso es conveniente darle nuestro particular aporte de sabor en ese momento de preparación de la quinoa mediante su salteado y cocción.

Puede servir tanto en platos dulces (se usa mucho como un cereal de desayuno) como salados, algo congruente con esa virtud de absorber los sabores del medio de cocción empleado.

En este plato se utiliza en frío, pero puede igualmente servirse en platos calientes, sobre todo en sopas y guisos. Como portador de los 8 aminoacidos esenciales para la alimentación humana, se ha hecho muy útil para enriquecer ensaladas y este es el caso que nos ocupa o la ensalada tibia de quinoa, que ya presenté.

La preparación que traigo aquí la he tomado del blog Food, Travel and Wine, con las personalizaciones correspondientes. Se trata de un plato sencillo, que podemos preparar en menos de media hora y da un color diferente a nuestra mesa.

Ingredientes (para 2 raciones):

  • 100 g. de quinoa ecológica Biojusto de Freshvana.
  • 150 ml. de caldo vegetal.
  • Ajo en polvo.
  • Comino en polvo.
  • Sal marina.
  • 200 g. de remolacha cocida y rayada o cortada en tiras.
  • 100 g. de queso feta.
  • 50 ml. de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
  • 20 ml. de zumo de limón.
  • Pimienta negra molida.
  • 60 g. de semillas de calabaza peladas (crudas o tostadas).
  • Perejil fresco picado.

Pasos:

  1. Lavar la quinoa bajo le grifo hasta que veamos que el agua que sale no hace espuma.
     
  2. En un cazo con una gotas de AOVE y a fuego muy suave y removiendo constantemente, tostar un poco la quinoa, hasta que empieza a desprender olor a frutos secos tostados (un para de minutos basta).
     
  3. Añadir en el cazo el caldo vegetal (mejor si está caliente), salar y aderezar con ajo y comino en polvo, al gusto. Dejar que rompa a hervir y bajar al mínimo. Tapar el cazo y dejar cocer durante 20 minutos, hasta que haya absorbido completamente el líquido. Dejar reposar en el cazo caliente, pero fuera del fuego, durante unos 5 a 10 minutos.
     
  4. Una vez reposado, extender la quinoa cocida sobre un plato para que enfríe rápido (se puede meter unos minutos en el frigorífico para que la operación se haga más rápida).
     
  5. Con la quinoa ya fría, agregar la remolacha y mezclar hasta que quede homogénea.
     
  6. En un bote o un un vaso, poner el AOVE, el limón y pimienta al gusto (no es necesario poner sal, ya que lleva la quinoa y el feta el bien salado). Verter sobre la mezcla de quino y remolacha y mezclar bien para que todo quede bien impregnado. En este momento se agregan también las semillas de calabaza.
     
  7. Colocar la mezcla en el plato de servicio. Romper con los dedos o cortar en daditos el queso feta y distribuirlo sobre la mezcla del resto de ingredientes. Terminar espolvoreando perejil picado sobre todo.
     

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