martes, 7 de mayo de 2013

Tarta de compota de manzana

Tarta de compota de manzana.

Comentario previo:

Hace unos días preparé una compota de manzana, con las que me suministra la gente de Freshvana, con la clara intención de preparar una tarta con ella. He estado buscando referencias y, en este caso, no he encontrado algo que tomar como referencia. Algo que me ha extrañado, ya que tengo el recuerdo de haber tomado una deliciosa tarta de este tipo. Eso sí, la hacían en una cafetería de playa regida por unos alemanes.

La cuestión es que he recurrido a mi imaginación, con desigual fortuna. Digo esto porque la elección de una masa del tipo quebrada, dulce y utilizando impulsor,  para darle volumen, me ha parecido acertada. Resulta crujiente con un sabor que recuerda a las galletas de mantequilla. Igualmente, el relleno queda delicioso, un tanto gelatinoso, con cierta acidez (propia de la manzana) y no demasiado dulzón. Sin embargo, en la ejecución hay algo que no ha salido a mi plena satisfacción. Se trata de la práctica desaparición de la masa del fondo. Al parecer, el relleno es muy jugoso y disuelve esa masa antes de que adquiera suficiente cuerpo. La solución no la tengo clara ya que si se hornea previamente la masa del fondo ésta quedará rígida y no podrá cerrarse bien la tapa. Es algo que tengo que investigar y sobre lo que agradecería cualquier comentario.

Entre tanto, el resultado final es una tarta jugosa y muy sabrosa, que se come con cucharilla y que con un poco de nata montada queda deliciosa.

Ingredientes:

  • 200 g. de harina de repostería.
  • 50 g. de margarina.
  • 1 huevo (tamaño L).
  • 60 g. de azúcar.
  • 1 sobre de impulsor (15 g.)
  • 1 pizca de sal marina.
  • 500 g. de compota de manzana ecológica de Freshvana.
  • 25 g. de azúcar glas.
  • 2 c/s (cuchara sopera) de zumo de naranja ecológica de Freshvana.

Pasos:

  1. Poner en un cuenco los ingredientes de la masa (harina, margarina, huevo, azúcar, impulsor y sal). Mezclar con las manos o ayudados por una espátula o rasqueta.
     
  2. Hasta conseguir una masa compacta, un tanto "arenosa" y grasienta, del tipo masa quebrada.
     
  3. Dividir la masa en dos trozos (uno un poco más grande que el otro). Hacer una bola con el más grande y ponerlo entre dos trozos de film transparente. Extender la masa con un rodillo hasta conseguir un grosor de unos 3 milímetros.
     
  4. Colocar la masa extendida sobre un molde redondo (20 cm.), previamente engrasado con margarina, cubriendo el fondo y las paredes.
     
  5. Verter la compota sobre esta masa y distribuirla de forma homogénea.
     
  6. Extender la otra bola de masa para formar un disco de un diámetro similar al del molde. Cerrar los bordes de masa, como si se tratara de una empanada, y hacer un agujero en el centro de la tapa, que servirá de vía de escape del aire para que no se hinche la tarta.
     
  7. Llevar al horno, caliente a 180º con calor arriba y abajo. Hornear durante 30 a 35 minutos (hasta que se vea la masa bien doradita).
     
  8. Preparar un glaseado con el azúcar glas y el zumo de naranja, batiéndolos hasta dejarlos bien integrados.
     
  9. Distribuir el glaseado pincelándolo sobre la superficie de la tarta y dejando que esta se enfríe (si se tiene suficiente paciencia, ya que caliente también está muy buena).
     

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