martes, 7 de octubre de 2014

Seitán con tomate

Comentario previo:

El seitán puede tener muchas formas de prepararse y una, un poco especial, es esta en la que añadimos al gluten de trigo una cantidad grande de tomate en conserva y también tomate seco hidratado en aceite. Conseguimos, con esta forma de prepararlo, un seitán menos compacto y muy sabroso. Si lo mantenemos en el caldo de cocción, conseguiremos que se hidrate más y nos sirva como un ingrediente muy adecuado para hacer salsa boloñesa o para introducirlo como relleno jugoso en pasteles salados. Incluso podemos utilizarlo para untar.

Como la masa no queda tan ligada como en otras modalidades de preparación, tendremos que darle solidez envolviéndolo en una gasa o lienzo fino durante la cocción.

Seitán con toma tomate recién cocido, todavía envuelto
en la gasa utilizada para darle solidez.
Si lo dejamos en seco, se formará una costra exterior y será más fácil manejar para prepararlo a la plancha o frito (ya sea rebozado o no).

El resultado final es un seitán con un valor calórico de menos de 200 kcal. por cada 100 g. y muy completo en su aporte protéico (27 g. de proteínas, 5 g. de grasa y 9 g. de carbohidratos). Pero, sobre todo, un ingrediente muy sabroso para preparar distintos platos, de los que espero traer por aquí alguno.

Ingredientes (para unas 10 porciones de 150 g.):

  • 300 g. de gluten de trigo.
  • 800 g. de tomate entero pelado de Conservas Artesanales El Modesto.
  • 100 g. de tomate seco hidratado en AOVE (aceite de oliva virgen extra).
  • 50 g. de almendra molida.
  • 100 g. de cebolla.
  • 20 g. de ajo.
  • 35 ml. de salsa de soja.
  • 10 g. de jengibre.
Para la cocción:
  • 3 l. de agua filtrada.
  • 5 g. de alga kombu deshidratada.
  • 1 trozo de jengibre.
  • 1/2 vasito de salsa soja.
  • 2 ó 3 hojas de laurel.

Pasos:

  1. Poner en la batidora o robot de cocina todos los ingredientes, menos el gluten. Triturarlos hasta que quede todo bien integrado.
  2. Pasar el triturado a un cuenco suficientemente grande e ir agregando el gluten hasta formar una masa muy húmeda, que podemos manipular para formar un cilindro de unos 10 cm. de grosor.
  3. Extendemos sobre la tabla de trabajo una gasa o lienzo muy fino y colocamos el cilindro de masa, que envolvemos y atamos con hilo de cocina, para que no se deslavace durante la cocción.
  4. Calentamos en una olla los ingredientes para la cocción (agua, kombu, jengibre, soja y laurel) y, cuando rompa a hervir, sumergimos en el caldo el cilindro de masa envuelto. Dejamos cocer durante 45 minutos a fuego muy suave.
  5. Una vez cocido, retiramos el envoltorio del seitán, lo dejamos enfriar y lo cortamos en rodajas. Parte de ellas las podemos conservar en el frigorífico, sumergidas en el propio caldo de la cocción (se conservaran perfectamente durante una semana). Las rodajas que dejemos sin hidratar se endurecerán por fuera y deberán consumirse antes de 48 horas.

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