martes, 17 de enero de 2012

Potaje de garbanzos

Comentario previo:

Está claro que la época es propicia para los platos de cuchara, particularmente para esos potajes de toda la vida. Yo he tratado de recrear en esta entrada el potaje de garbanzos que hacía mi madre. Creo que ha salido bastante aproximado al modelo, aunque sé que no llego a dar ese toque maestro que tienen las madres haciendo los guisos en casa. Una diferencia que sí que declaro es que ella "engordaba el guiso" con patatas, que yo no he puesto para hacerlo de forma que pudiera congelar alguna ración para más adelante.
Aunque no figura entre los ingredientes, a este guiso (como a muchos que llevan legumbres) se le suele poner un poco de comino molido. Yo me he abstenido de hacerlo, ya que no tengo problemas con la digestión de las legumbres y se suele añadir esta especia para evitar problemas con los gases que producen en su digestión.
Los huevos que se añaden al guiso lo hacen un perfecto plato único, con todos los nutrientes necesarios. Yo los he abierto y roto directamente en el guiso, pero se pueden cocer y luego servir rallados o en trozos sobre las legumbres.
¡Ojo! Sé que todavía hay quien cuece los huevos dentro del guiso. Esto no es muy conveniente ya que, aunque nos parezcan muy limpios por fuera, el exterior de los mismos ha estado en contacto con "sustancias" no demasiado recomendables. Es mejor cocerlos en un cazo aparte.

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 200 g. de garbanzos castellanos.
  • 4 dientes de ajo.
  • 12 almendras crudas.
  • 1 o 2 rodajas de pan del día anterior.
  • 1 cebolla.
  • 6 c/s (cuchara sopera) de tomate frito.
  • 100 ml. de vino blanco (usé verdejo de Rueda).
  • 250 g. de espinacas frescas.
  • 2 huevos (tamaño L).
  • Sal.
  • 4 c/s de AOVE (aceite de oliva virgen extra).

Pasos:

  1. Poner a remojo los garbanzos, al menos, 12 horas antes de hacer el guiso. Escurrir y poner a cocer en una olla con el agua hirviendo (la proporción de agua tiene que ser el triple del volumen de los garbanzos). Cuando el agua vuelva a hervir, bajar el fuego y dejarlo flojo (5 sobre 10), tapar la olla y dejar cocer, por lo menos una hora y media. (No poner sal ahora, para evitar que los garbanzos se "encallen" -queden duros por fuera). AMPLIACIÓN: Por supuesto, este paso se puede hacer en olla a presión, que tardará mucho menos. Pero procurar hacer la cocción un poco corta para que luego los garbanzos aguanten un poco más de cocción a olla abierta.
  2. Preparar el sofrito: Calentar el AOVE y freír los dientes de ajo y las almendras, cuando están se colocan el vaso de la batidora; en el mismo aceite freír el pan y poner en el vaso de la batidora; sofreír la cebolla que habremos pelado y picado no muy fino, sacar cuando esté dorada y poner también en el vaso de la batidora; añadir a los ingredientes anteriores el tomate frito, salar y triturar para dejar una pasta homogénea; volver a poner el triturado en la misma sartén junto con el vino blanco y remover hasta que quede una salsa homogénea; añadir las espinacas limpias y cortadas en tiras y dejar  que se cuezan en la salsa hasta que se hayan ablandado. Reservar hasta que estén cocidos los garbanzos.
  3. Cuando estén cocidos los garbanzos, añadir el sofrito con las espinacas. En este momento se puede optar por dos vías: si vamos a consumirlos inmediatamente, añadir el huevo como se explica en el siguiente paso; pero si vamos a dejarlo prepara para el día siguiente (es la mejor opción), dar una cocción de un par de minutos, removiendo para que se mezcle el sofrito con los garbanzos (el huevo se lo añadiremos cuando calentemos el guiso para comerlo, dando una cocción de 2 o 3 minutos).
  4. Siguiendo la opción apuntada en el paso anterior, esclafar los huevos en el guiso y romper con una cuchara mientras los removemos, para que se vayan cuajando mezclados en el guiso. Dejar reposar unos minutos y servir.
NOTA.- Como todos los guisos, gana mucho si se guarda de un día para otro. También se puede congelar sin que pierda demasiado (no llevando patata, pasta o arroz no hay peligro). Mejor si se congela sin el huevo esclafado, pero no hay problema hacerlo así.

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